LAS NORMAS DE NUESTRO IDIOMA SON UN PRECIOSO LEGADO. La normativa tiene una función. No es nunca una cárcel, es un camino. El idioma se mueve en el doble tránsito centrípeto y centrífugo. Conviene mantener abiertas las puertas del enriquecimiento, del cambio, de su ampliación; mas simultáneamente conviene insistir en su unidad, en sus normas, en su identidad. La pérdida de las normas produce el caos, el camino hacia la desagregación y la progresiva destrucción de la lengua. Eso no es enriquecimiento y vida, es simplemente muerte del idioma. Como hispanohablantes, herederos de una lengua hermosa en la que se han escrito páginas que honran a la humanidad por su belleza, profundidad, elocuencia y sonoridad, somos deudores del castellano español, idioma que debemos enriquecer con nuestros aportes, a la vez que preservar como una valiosísima herencia cultural para nuestros hijos, definitoria de nuestra identidad nacional. Las normas de
lunes, 17 de noviembre de 2008
MANUAL DE ORTOGRAFÍA DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA DE LA LENGUA
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